sábado, 25 de octubre de 2008

Sábado, mi primer día a solas

Hoy me han dejado sola un buen rato. Es sábado, el día en el que todos los humanos madrugan para ir de compras. Empiezo a estar cansada del tumbing y me levanto sobre la pata delantera. Tengo unos moratones - llagas - rojeces en la tripa que son mezcla de irritación, roce y el golpe. Se han inventado un tratamiento que a mi me parece muy bien, porque me dejo placenteramente hacer: panza arriba en brazos, limpieza a base de toallita de bebé y una crema que huele a algo que se come, porque mi instinto me dice: ¡Lame! Blastoestimulina, pone por fuera. Aprendí a leer en las calles del Palígono, auqnue todos los demás perros intentaban convencerme de que no servía para nada. Pero... qué va.... si el coche llevara un cartel con "no te refugies aquí cuando estoy en marcha", nada de esto hubiera pasado.


Mis dueños provisionales empiezan a buscarme nombre. El chico dice que Lola, la chica dice que Llanta o Michelín, pero entonces tendría que contar toda la historia y pfff... Aceptaría sugerencias porque la alternativa sería llamarme Berta, y no acabo de verme.

Por cierto, a mi dap (dueña provisional) casi le da un infarto cuando se ha cruzado con esto en la calle esta mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario